El Campanu, nuestra historia
José Manuel Mori Cuesta ‘El Marqués’, propietario de los restaurantes El Campanu, aúna dos pasiones
pesca deportiva y gastronomía.
Criado a orillas del Sella, junto al Puente Romano, en una familia de gran tradición pesquera, aprendió desde pequeñín de los mejores y más míticos pescadores asturianos.
Probablemente el mejor pescador de Salmón Asturiano, José Manuel ha capturado hasta en cinco
ocasiones El Campanu en los ríos asturianos y en dos ocasiones más
en la vecina Cantabria.
Ganchero de lujo para importantes personalidades nacionales e
internacionales de visita deportiva
por los ríos asturianos, es además un
gran coleccionista de utensilios de
pesca antiguos, que expone en sus
tres restaurantes.
José Manuel fundó El Campanu
de La Venta, Cangas de Onís, en 1998
Organizador de multitud de jornadas gastronómicas por toda España, Mori
es uno de los grandes divulgadores
de la gastronomía asturiana fuera de
las fronteras del Principado.
José Manuel Mori Cuesta
‘El Marqués’,
propietario de los restaurantes
El Campanu, aúna dos pasiones,
pesca deportiva y gastronomía
Criado a orillas del Sella, junto al
Puente Romano, en una familia de
gran tradición pesquera, aprendió
desde pequeñín de los mejores y más
míticos pescadores asturianos.
José Manuel fundó El Campanu de La Venta, Cangas de Onís, en 1998
Sus restaurantes han sido distinguidos con prestigiosos galardones, entre ellos, el sello de la Cofradía de Pescadores “Virgen de Guía” de Ribadesella, garantía de pescado fresco y de calidad, el premio "Cantábrico Excelente" y el "Bib Gourmand -Buena Cocina" otorgado por la Guía Michelín.
En sus platos encontrarás la mejor calidad y la experiencia
de un gastrónomo de primera
Organizador de multitud de jornadas gastronómicas por toda España, Mori es uno de los grandes divulgadores de la gastronomía asturiana fuera de las fronteras del Principado.
Probablemente el mejor pescador de Salmón Asturiano, José Manuel ha capturado hasta en cinco ocasiones El Campanu en los ríos asturianos y en dos ocasiones más en la vecina Cantabria.
Ganchero de lujo para importantes personalidades nacionales e internacionales de visita deportiva por los ríos asturianos, es además un gran coleccionista de utensilios de pesca antiguos, que expone en sus tres restaurantes.
El Campanu,
nuestra historia
Sus restaurantes han sido
distinguidos con prestigiosos
galardones, entre ellos, el sello de la Cofradía de Pescadores “Virgen de
Guía” de Ribadesella, garantía de
pescado fresco y de calidad, el premio "Cantábrico Excelente"
y el "Bib Gourmand Buena Cocina" otorgado por la
Guía Michelín.
En sus platos encontrarás
la mejor calidad y la experiencia
de un gastrónomo de primera
El Campanu,
la tradición
El Campanu, la tradición
Hoy José Manuel ya cuenta con la
ayuda y el apoyo de su hijo Adrián
para continuar con la tradición
familiar.
Durante siglos el salmón ha formado parte sustancial de la economía, la gastronomía y la cultura popular de los pueblos ribereños asturianos.
En estos valles esta especie ha sido
durante siglos un bien muy preciado, sustento y medio de vida de sus
habitantes y generador de riqueza, tradiciones y modos de vida.
El salmón fue moneda de cambio,
origen de leyes y también motivo de conflictos territoriales.
Los privilegios de pesca del salmón
siempre estuvieron vinculados,
ya desde el año 775, a la monarquía asturiana, y posteriormente a nobles, clérigos y a monasterios cercanos
a los ríos.
A comienzos del siglo XIX
el Estado pasa a gestionar los
recursos de los ríos. En los años 30
se autorizan las primeras sociedades
de caza y pesca y se establecen los
cotos reglamentados.
En 1942 se prohíbe cualquier tipo
de arte que no sea la caña y un año
más tarde empiezan a precintarse
los salmones, un método
fundamental para conocer el
número y cualidades de los
salmones que remontan los ríos.
¿Por qué
se llama “Campanu”?
Cada año, a finales de marzo,
la apertura de la temporada de
pesca en el Principado se
convierte en un acontecimiento
mediático para conocer
quién, dónde y cómo pesca
el primer salmón.
Y es que, en tiempos de hambre,
durante la Edad Media, el repicar
de las campanas de cada iglesia
anunciaba el avistamiento de
los primeros salmones
que remontaban los ríos cada año,
avisando así a la población
para que tuviese la oportunidad de
hacer acopio de una importante
fuente de alimento.
De esas campanas deriva la palabra «Campanu», que pronto
se asoció a un concepto de
esperanza y de alegría.
"Un acto de agradecimiento
a la naturaleza por mantener
el ciclo de la vida".
A comienzos del siglo XIX este
primer ejemplar de salmón
capturado se sometió a subasta
pública. Y así hasta nuestros días,
en los que alcanza elevados precios,
durante la puja de los mejores
restaurantes de Asturias y de
España por hacerse
con el "teleósteo plateado".
Éste no es acontecimiento
exclusivo de España, se celebra
en todos los rincones del mundo
donde hay salmones.
En Noruega lo denominan
Premiärlaxen (primer salmón),
y en Estados Unidos
The Supernatural One
(el primer superviviente),
como referencia a la lucha por
la vida y a una tradición nativa
que considera a los salmones reencarnaciones humanas
en el océano que remontan
los ríos para alimentar
a los suyos.
En otras zonas como Irlanda o
Escocia es frecuente ver
homenajes al salmón y a las
campanas en restaurantes,
tiendas y monumentos locales.
El salmón fue moneda de cambio, origen de leyes y también motivo de conflictos territoriales. Los privilegios de pesca del salmón siempre estuvieron vinculados, ya desde el año 775, a la monarquía asturiana, y posteriormente a nobles, clérigos y a monasterios cercanos a los ríos.
A comienzos del siglo XIX el Estado pasa a gestionar los recursos de los ríos. En los años 30 se autorizan las primeras sociedades de caza y pesca y se establecen los cotos reglamentados. En 1942 se prohíbe cualquier tipo de arte que no sea la caña y un año más tarde empiezan a precintarse los salmones, un método fundamental para conocer el número y cualidades de los salmones que remontan los ríos.
¿Por qué
se llama “Campanu”?
Cada año, a finales de marzo, la apertura de la temporada de pesca en el Principado
se convierte en un acontecimiento mediático para conocer
quién, dónde y cómo pesca el primer salmón.
Y es que, en tiempos de hambre, durante la Edad Media,
el repicar de las campanas de cada iglesia anunciaba el avistamiento de los primeros salmones que remontaban los ríos cada año,
avisando así a la población para que tuviese la oportunidad de hacer acopio de una importante fuente de alimento.
De esas campanas deriva la palabra «Campanu»,
que pronto se asoció a un concepto de esperanza y de alegría.
"Un acto de agradecimiento a la naturaleza por mantener el ciclo de la vida".
A comienzos del siglo XIX
este primer ejemplar capturado se sometió a subasta pública.
Y así hasta nuestros días, en los que alcanza elevados precios, durante la puja de
los mejores restaurantes de Asturias y de España por hacerse con el "teleósteo plateado".
Éste no es acontecimiento exclusivo de España,
se celebra en todos los rincones del mundo donde hay salmones.
En Noruega lo denominan Premiärlaxen (primer salmón),
y en Estados Unidos The Supernatural One (el primer superviviente)
como referencia a la lucha por la vida y a una tradición nativa que considera a los salmones reencarnaciones humanas en el océano que remontan los ríos para alimentar a los suyos.
En otras zonas como Irlanda o Escocia
es frecuente ver homenajes al salmón y a las campanas
en restaurantes, tiendas y monumentos locales.
Durante siglos el salmón ha formado
parte sustancial de la economía, la gastronomía y la cultura popular de
los pueblos ribereños asturianos.
En estos valles esta especie ha sido
durante siglos un bien muy preciado, sustento y medio de vida de sus
habitantes y generador de riqueza, tradiciones y modos de vida.
José Manuel Mori "cerrando" una de las pujas del Campanu
José Manuel Mori "cerrando" una de las pujas del Campanu